Dichoso el hombre que no anda en el consejo del conejo
ni se para en el camino del castor
ni se sienta en la reunión del reno
ni con lana de llama hila al partir
más o menos cuentos que al llegar
porque el libro es su delicia y a él se dedica cuanto puede
y todo lo que emprende prosperará
Dichoso el hombre que no se raya con la raya
ni triangula con el triángulo
ni circula con el círculo
y al no confundir la geometría con la tierra
hace suya la felicidad de las diferencias
porque el libro es su delicia y a él se dedica cuanto puede
y todo lo que emprende prosperará
Dichoso el hombre que piensa:
de los tres movimientos posibles
los tres salvaron su obstáculo
y pusieron fin a la historia:
el consejo de los saltos y la multiplicación
el tránsito que va minando el camino
la reunión en la que el alce y el ciervo son repudiados:
porque el libro es su delicia y a él se dedica cuanto puede
y todo lo que emprende prosperará
Dichoso el hombre que en cualquier
momento del día
puede escribir salmos
sin esperar nada
sin tener siquiera quién los lea
y habiendo comprendido el proceso de la dicha
quiere en lo posible compartirlo
porque el libro es su delicia y a él se dedica cuanto puede
y todo lo que emprende prosperará
(Se leyó en el programa emitido el 12/04/2012 el poema que da título al libro,
aquí transcribimos otro del mismo título)
De: La querella de los gustos (Tintanueva Ediciones)
No hay comentarios:
Publicar un comentario