Ema es una nena de rizos blancos y radiantes ojos azules. En la plaza ve a las palomas, juega con otros chicos, sube al pequeño tobogán y se lanza volando. Con el balde y la pala arma pequeños montículos que desarma riendo . Al anochecer, mientras se hamaca , mira sonriente el cielo y busca a la luna . Pero a veces no hay luna. Entonces la bella dice preocupada
-No tá, no tá .- y su carita se pone seria. La abuela le dice que a veces la luna se duerme encima de una nube y que ya despertará
- No tá, no tá- insiste Ema
No debe la luna ser perezosa cuando la espera una nena porque hay sonrisas que no deben borrarse nunca
Ni siquiera a la espera de la luna.
a Ema
Martha Goldin
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