Daniela
La luna duerme sobre su cabeza/ de oro pequeño y entrañable/ convirtiendo al fin/ el dolor del principio/ en la felicidad que nos conmueve/ porque Daniela conoció la vida/ en el mismo instante/ en que las lágrimas detuvieron/ su pendiente en tu rostro/ y un gigante dormido en el tiempo/ nos creció desde adentro/ con fuerza de titán
Fernando
Juega juega/ como el barco en su mundo liquido/ con las piernas de nubes/ y la vibración de las cajas musicales
Juega juega/ Fernando juega/ iluminando de sueños/ nuestra rutina y el dulce encanto
Juega juega/ que el hogar esta a su espera/ mientras la cuna que mamá prepara/ cobijará sus días y sus noches
De “Las huellas del silencio”, de David Antonio Sorbille, Ed. 3+1, 1999
Querido Daniel: gracias, otra vez, por tu gentileza en publicar estos breves poemas dedicados a mis hijos. Un abrazo, David
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