Mi perro maltés
Vuelto de la escuela,
me hundo en el descanso.
A veces
siento una sed de abrazo.
A veces
cuando la tarea escolar
se alarga en demasía,
repentinamente dibujo.
Yo no sé dibujar
y la figura delineada
es absurda,
un manchón de mis sueños, tal vez.
me hundo en el descanso.
A veces
siento una sed de abrazo.
A veces
cuando la tarea escolar
se alarga en demasía,
repentinamente dibujo.
Yo no sé dibujar
y la figura delineada
es absurda,
un manchón de mis sueños, tal vez.
Mamá,
¿llegaste?
Antes de oír qué hiciste hoy
le digo
estoy cansado
y quisiera abrazar
un cuerpito que ladre.
Si vieras como duele el silencio
cuando vos no estás.
¿llegaste?
Antes de oír qué hiciste hoy
le digo
estoy cansado
y quisiera abrazar
un cuerpito que ladre.
Si vieras como duele el silencio
cuando vos no estás.
Si hubiera espacio, tal vez
un perrito
que me busque,
me busque
y que su hocico se estire
en el aire
y sepa que soy yo.
un perrito
que me busque,
me busque
y que su hocico se estire
en el aire
y sepa que soy yo.
Es cierto que no sé nada de perros
pero los huelo,
los pienso
y me gustan.
Entendés,
entendés que no es un capricho.
pero los huelo,
los pienso
y me gustan.
Entendés,
entendés que no es un capricho.
No quiero
ver
saber
ni seguir con mis ojos
la playstation
saber
ni seguir con mis ojos
la playstation
el tablero de videojuegos.
Entendés,
entendés que me asfixio.
entendés que me asfixio.
Añoro siempre
una mascota
un temblor
un animal pequeño.
Si acaso estás ocupada,
puedo esperar.
Dijiste
es posible,
mañana.
es posible,
mañana.
Al día siguiente,
la dicha
chiquitita y diáfana
como el cielo de mis sueños.
la dicha
chiquitita y diáfana
como el cielo de mis sueños.
Un cachorrito
pura carnecita y pelo
balbuceando su ladrido.
pura carnecita y pelo
balbuceando su ladrido.
El aroma y la noche
La
explosión incontenible
de
las ganas y la fruta.
Su
roce aterciopelado tensó tus dedos
y
el olor del durazno produjo la mordedura.
Seguramente
la lengua se entibió de sabor
y
fue entonces,
casi
sin darte cuenta, que surgieron
las
palabras.
Las
cosas que dijiste fueron reales
como
los ojos impávidos de los pájaros
al
picotear la fruta.
No
me sorprendió
desnudarnos
como sueños.
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